LA FRECUENCIA Y EL PÁLPITO ESPIRITUAL
Nuestros mundos siempre son parte de lo que abarca nuestro campo magnético pero el aparato receptor o cerebro es el que registra toda la información. No podemos acceder a más información de la que ya se acostumbra a registrar. No es posible abarcar más en la creación consciente de lo que abarca nuestros sentidos. Por tanto siempre vamos a tener visión limitada, experiencia limitada condicionada por los límites de este cuerpo que son los límites de nuestra experiencia.
Llevamos la tierra dentro de nosotros, todos los elementos y todas las experiencias de nuestros ancestros.
Cuando no se ha alcanzado el palpito espiritual la experiencia se dirige desde el receptor o cerebro. A través del conocimiento de otros. Es como la comida procesada, nos alimentamos de la síntesis de experiencia a través de la cultura, la sociedad y la familia. Aprender de las causas y los efectos de la propia experiencia. Todos son límites para crear el Yo Inferior.
Cuando el palpito espiritual supera al biológico
recargas desde la consciencia. La entrega se da sin prejuicios y solo al fundirnos solo un momento en la consciencia universal, al ser consciencia ya el cerebro deja de interpretar comienza a experimentar deja de catalogar y ser rinde.
Esto expande el campo magnético del corazón, que ya no va a abarcar solo procesos personales, el humano comienza a ser un humano ascendido porque su atención la ocupan los grupos, los procesos colectivos, y la solución de situaciones globales es lo que circunda sus pensamientos.
Es su sistema celular que se expandió para pasar a la unidad con organismos más amplios que contaban a su ves con células maestras que dirigen todo el sistema. Se convierte en un servidor, pero en un sentido biológico es una molécula formada de varios átomos.
En un sentido más espiritual es allí donde se comienza a prestar verdadero servicio junto a los maestros encargados del Plan Divino.
Esto marca el comienzo de una labor consciente en la tierra. Se comienza a caminar el mundo. Jugando las reglas. No aceptándolas porque el logro siguiente es llevar la expansión de consciencia a la sociedad y que se forme la masa critica o egregor evolutivo en la sociedad.
Entonces una vez que esto pase no hay que hacer nada. No hay que poner reglas, todo toma la frecuencia universal que es por lo tanto, Armonía. “Es la síntesis del conocimiento humano”. Es la octava siguiente de energía a la que llaman “nueva tierra”
Los tiempos son más o menos los mismos para un feto en desarrollo o para las etapas de crecimiento de cualquier especie. La evolución del ser biológico, es inminente. Mientras vamos perfeccionando este organismo biológico llamado sociedad participemos con fascinación de estar presentes en todo este proceso, sabiendo que lleguemos a ver esto materializado o no, fuimos parte de la gran integración, fuimos parte de los que iniciaron la llamada “Era de luz”.
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