Por qué sientes que el amor duele.
El amor duele cuando intentas controlarlo estancando su energía dentro de ti. No
creas que siempre que amas es así o que es culpa de las circunstancias o del
otro que no te corresponde y ya no está. Duele porque estás inhibiendo una
energía que es movimiento. Sí algo es el amor es fuerza magnética, fusión que
atrae astros, galaxias, cuerpos. Sí esa energía tan poderosa está dentro,
primero agradécela porque estás lidiando con la esencia misma de Dios.
Luego permite que ese movimiento te transforme, sino lo haces igual te moverá y
dolerá.
La naturaleza es fluida, permite que ese movimiento haga de ti lo que
tiene que hacer. Si no sabes que hacer con ese movimiento y lo sientes
estancarse, porque el otro no está para compartirlo entrégalo. Al Universo no le
importa si tu amado está o no, lo que le importa es que seas un ente catalizador
de esa energía. Lo que sana es contribuir con expresarla y transformar todo lo
que alcance.
No seas mezquino. Si el otro la merece o no, no es el tema, además
no puedes sentir nada que el otro no merezca, en todo hay corespondencia. Cuando
sientas esas oleadas de amor envíalas a todo el planeta, envíalas a cada rincón,
entrégalas a todo lo que contactes.
El objeto amado es solo un potenciador, pero la energía no es solo para él.
Recuerda que es la energía más poderosa que creó todo lo que es REAL.
Si lo intentas dominar estancas la fluidez de la luz, esa luz al estancarse
en tus límites se hace densa de esa forma surge la oscuridad. La soberbia suele hacer esos tiernos intentos.
Si lo recibes y te elevas en esas alas sin intentar cortarlas, no habrán límites para
tí y serás lleno de gracia.
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