DEL MIEDO Y SU ARQUITECTO

Un frío y contundente golpe sacudió mi cuerpo. Desperté despavorida, me doy cuenta que solo fue una pesadilla, pero continúo con una ansiedad burbujeante en el pecho ¿Y quién dice que los sueños no son vivencias? Si los padeces, en ellos puedes ver, oler tocar y sentir.

Anoche pasé por oscuras cavernas y elegantes oficinas. Ambas estaban sobrepuestas. La caverna estaba oscura, helada y la oficina era la de un arquitecto, pero no un arquitecto cualquiera, este se dedicaba a diseñar el espejismo del mundo. Allí estaba él otra vez, era elegante, alto mordaz, seguro, brillante y prolijo en sus maneras. Se hacía llamar "El Arquitecto". Caminó hacia mi lentamente y con aire despectivo me dijo:

— Veo que sigues en lo mismo ¡Humanos! Siempre persiguiendo sus colas, arraigados en sus miedos. Eres la misma niña temerosa, que vive de a poquito para evitar peligros.

— Me encogí de hombros, sabiendo que estaba ante un experto en la materia y que en ese preciso instante era un manojo de nervios. No había nada que refutar. Me invitó a sentar en una de las sillas que acompañaban su opulento escritorio. Me senté tímida y renuente, mientrás me observaba con detenimiento:

— ¿Sabes por qué estás aquí de nuevo?

— No.

— Es evidente, estás aquí porque soy tu jefe, tu superior, soy el dueño de tu mundo y pasas por aquí a rendir cuentas cada dos años. He sido el arquitecto de tu mundo por muchos años, y tú eres una de mis eficientes constructoras.

Yo decidida intenté salir del juego,auque sé que con estas criaturas no se negocia:

— Ya no quiero hacerlo más, ¿cómo puedo darme de alta en este empleo?

— Inocente criatura, ríe entre dientes. Tu inocencia me pone de buen humor, por eso te voy a dar la oportunidad de que entiendas cómo funcionan tus miedos.

— Verás, el miedo es una de las más absurdas construcciones que he creado en todo el diseño del sistema de consciencia, si observas, tus miedos están sustentados en ideas del mundo. En principio estas creaciones no eran tan complejas solo un simple instinto de supervivencia, pero ellos dentro de tu psiquis tienen una tendencia hacia la extravagancia es la naturaleza de su diseño, esto me da la habilidad de controlarlos de hacer de ustedes la arcilla de las más aterradoras realidades.

Hemos diseñado programas específicos en el sistema de la mente humana y una vez que esto actúa en la psiquis, luego el trabajo se hace solo ya que estas ideas implantadas no tienen sentido, pero ustedes permiten que lo tengan dentro de los parámetros establecidos en su mundo, y sin yo mover un dedo ustedes son participes y creadores de estas torcidas manifestaciones, lo cuál no es mi responsabilidad. Esto hace el trabajo demasiado fácil, debido a que ya no vuelve a ser necesario implantar otro tipo de creación para los nuevos humanos que llegan al planeta, ya se programan automáticamente, apoyados por modos de vida basados en ello y por eventos físicos previamente manifestados. Yo a ese nivel no interfiero de ninguna manera.

En fin, los miedos son el epítome del absurdo. ¿Por qué vas a hacer el punto más relevante de tu existencia de vida a algo que probablemente no pase?

— ¿Pués supongo que por supervivencia?

Él ríe estruéndosamente. — Te explico dulce palomita:

El miedo fue creado en principio para proteger el sistema de consciencia de la mente, actúa como un atitivirus, justo para que no entraran formas de daño dentro de la propia naturaleza. Un sistema base, un corta fuego natural. Pero comenzó a ocurrir lo opuesto y los humanos creen que la manifestacion de su propia naturaleza para protegerlos se sobredimensiona y se viene contra ellos. Como un sistema de desconfianza, la falta de fe entra aquí en un papel muy importante.

Nosotros solo inyectamos ese programa de miedo y ustedes se encargan automáticamente de crear toda manifestación en sus vidas. Eso va econtrando un lugar en todo su sistema de creencias, tomando lugar en su subconsciente, esto se va diseminando y no solo afecta tu realidad, sino también a todos los demás.

— ¿Y cuál es la salida de este laberinto arquitectónico?

— En el momento que uno solo se detenga y deje de crear y otros simplemente se detengan a escuchar realmente esto cesará. Pero nadie está escuchando o realmente dándose cuenta de que hay que detenerse. Esto probablemente nunca pase.

— Ante esta clara explicación, veo que mi contrato no tiene tachas, ni enmiendas. El arquitento ha creado el sistema en esencia, pero yo he deciddo los colores y la decoración, cuando entro y cuando salgo, hasta me he encariñado con el moviliario, incluso tengo rincones confortables dónde me siento protegida. Un lugar hecho a mi medida y sin cargos extras.

—¡Es un hecho lo acepto! —Tomé el plano y firmé mi contrato por dos años más.

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